30 oct 2007

Atracción I

"Esta tarde tengo libre a partir de las seis. Si te parece bien podemos quedar a esa hora en el Más-café"

Contesté por la mañana mientras desayunaba en la cocina. Era domingo, no tenía nada que hacer en todo el día, pero tampoco quería que ella supiese que no tenia planes.

Mi único propósito para este día era el de siempre, relajarme en mi sofá viendo una película y un buen baño acompañado de una copa.

A media mañana, mientras leía la prensa en el salón, sonó el móvil.

"Me parece bien. Te espero allí a las seis. Un beso"

Elena había aceptado mi propuesta. Comencé a sentirme nerviosa, pero a la vez, una sensación de felicidad me llenaba por dentro. Puse la música en el salón a toda voz, me subí en el sofá y comencé a bailar como una quince añera que pasa su primer fin de semana sola en casa.

Llamé al restaurante chino, pedí algo de comer, no me apetecía cocinar. Mientras traían la comida, me dí una buena ducha. Escogí ropa interior nueva, era una ocasión buena para estrenarla, aunque solo fuese tomar un café, quería ir terminada hasta el más insignificante detalle.

Me depilé mientras estaba en la ducha. Bailaba bajo el agua mientras mi voz entonaba alguna notas musicales, o por lo menos lo intentaba. Me miré al espejo mientras me secaba el pelo, me veía radiante, mi cara lucía espléndida, mi boca parecía estar encasquillada por una sonrisa.

Sonó el timbre de la puerta. Era la comida. Me puse un conjunto de estar en casa y cogí dinero. Le pagué y como me sentía bien le dí diez euros de propina. Comí tirada en el sofá, cuando terminé miré el reloj. Eran las tres y media, me daba tiempo de de una siesta, y me quedé dormida.

Desperté a las cinco y cuarto. Dí un bote del sofá, corrí hacia el cuarto de aseo y empecé a arreglarme los pelos.

Un baquero, una camisa roja, chaqueta vaquera, cinturón, zapatos de tacón y bolso negro. Un poco de maquillaje, un buen perfume y salí de casa.

Eran las seis menos cinco, iba tarde. El Más-café está a unos diez minutos de mi casa. Me puse las gafas del sol, me encendí un cigarro y comencé a caminar. A las seis y diez estaba en la puerta. Entré. Elena estaba sentada en la barra, fumándose un cigarro y tomándose una copa. Con la mirada fija en algún puto de perdido del bar, vestida de negro, como de costumbre, y con el pelo recogido. Me acerqué a ella.

-¡Hola!, perdón por el retraso. - Elena se volvió para mirarme y sonreirme.

-¡Buenas!, no te preocupes, llevo poco esperando.

Me pedí una copa. Cuando me la sirvieron pasamos a la parte trasera a sentarnos en una mesa. Música baja, luz tenue, un buen ambiente para tener una conversación.

Comenzamos hablando sobre cine, luego música, sitios de marcha, viajes, infinitos temas. Mi mirada era fija en sus ojos, aunque en ocasiones eran sus labios los que más me llamaban la atención.

Pedimos otra copa, luego la tercera. Comenzamos a hablar sobre nosotras. Un cigarro, otro. Toda mi intranquilidad, mi nerviosismo había desaparecido, no sé si porque ya había algo de confianza por mi parte o si era el alcohol de las copas, pero yo estaba risueña, cómoda a su lado. Miré el reloj, eran las diez de la noche.

- ¿Cómo ha pasado el tiempo no?

- Bueno, en verdad vamos por la tercera copa ya... - Elena comenzó a reírse y me contagió su sonrisa - Es algo tarde, si quieres podemos ir a cenar. -

- ¿Tu chica no te está esperando? - mi mirada fue desafiante, necesitaba saber que había entre ellas dos.

- No - Una negativa firme, rotunda por parte de Elena - Bea no es mi chica.-

- Perdona, yo creí que tú y ella, como el otro día os vi... - Me estoy haciendo un lío, pensé.

- No importa. Bueno, entonces ¿te apetece ir a cenar? -

- Si claro -

Elena desvió el tema de Bea por completo. Tras su tajante negativa, me quedé más tranquila. Nos acercamos a la barra a pagar, Elena puso su mano sobre mi espalda. Mi cuerpo se conmovió, me giré un poco hacia ella, nos quedamos mirándonos fijamente. Nos fuimos acercando poco a poco...

- Aquí tienen la cuenta, son veinticuatro con cincuenta.-

Desviamos la mirada - Yo invito - dijo Elena. Soltó el dinero en la bandeja y sin decirnos palabra, salimos del bar...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Llevo siguiendo la historia desde el primer dia, espero que sigas escribiendo porque estoy bastante intrigada. Un saludo

Anónimo dijo...

Me esperaba algo diferente. Lo reconozco nena, me has sorprendido. Espero que sigas por este camino. Un beso muy fuerte. Te veo pronto. Lydia

Anónimo dijo...

En tu linea chiqui, ya hablaremos... jajaja. Muchos besos guapa!

Anónimo dijo...

Para cuando la próxima entrada?? No aguanto más!!!!!! porfa, pon pronto la siguiente historia, necesito saber que es lo que va a pasar entre Kyrsteny y Elana!!! Ummmm, ya hablaremos ehh?? Muchos Besosssss Guapaaaa!!!!

Anónimo dijo...

y la próxima entrada??